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Cómo entregar un jardín cuando termina el contrato de alquiler

Cómo entregar un jardín cuando termina el contrato de alquiler

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Hoy vamos a hablar sobre algo que puede resultar un poco abrumador para aquellos que casa alquilada: qué tareas realizar en el jardín cuando llega el momento de decir adiós a ese hogar y buscar nuevas aventuras. En este artículo, te daré algunos consejos prácticos y fáciles de seguir para que tu jardín brille cuando llegue el fin del contrato de alquiler.

La planificación es clave:

Antes de comenzar a trabajar en tu jardín, es importante que hagas un plan. Determina cuánto tiempo tienes antes de entregar la propiedad y qué tareas son prioritarias. Esto te ayudará a organizarte y asegurarte de que todo esté listo a tiempo. Recuerda, ¡la organización es la clave para el éxito!

Limpieza general:

Comencemos por lo básico en cualquier alquiler de un piso o una casa: una buena limpieza. Retira cualquier basura, hojas secas o ramas caídas. Barre las aceras y los senderos. Si tienes muebles de jardín, límpialos adecuadamente y guárdalos en un lugar seguro. Esto ayudará a que el espacio se vea ordenado y bien cuidado.

Cuidado del césped:

Si tu jardín tiene césped, es importante que lo mantengas en buenas condiciones. Asegúrate de cortarlo regularmente durante las últimas semanas antes de entregar la casa. Si es necesario, realiza también una sesión de riego para mantenerlo verde y saludable. Si hay áreas dañadas o calvas, intenta resembrar o utilizar un fertilizante adecuado para estimular el crecimiento.

Control de malezas:

Las malas hierbas pueden arruinar la apariencia de un jardín bien cuidado. Dedica algo de tiempo a eliminar las malas hierbas que hayan aparecido en tu jardín. Puedes hacerlo manualmente o utilizar productos herbicidas no tóxicos si es necesario. Recuerda leer y seguir las instrucciones de uso para evitar dañar el medio ambiente.

Poda y recorte:

Si hay arbustos, setos o árboles en tu jardín, asegúrate de podarlos y recortarlos adecuadamente. Esto no solo mejorará la apariencia del jardín, sino que también fomentará el crecimiento saludable de las plantas. Recorta las ramas muertas o dañadas y dale forma a los arbustos y setos para que se vean ordenados y bien mantenidos.

Cuidado de las flores y plantas:

Si tienes flores y plantas en macetas, asegúrate de regarlas regularmente y mantenerlas bien cuidadas. Si es posible, trasplántalas a macetas más pequeñas para facilitar su transporte. Si tienes plantas en el suelo, retira las flores muertas y asegúrate de que estén bien regadas antes de dejar la casa.

Protección del jardín:

Si tienes elementos decorativos como estatuas, maceteros o estructuras en tu jardín, asegúrate de protegerlos adecuadamente. Si es posible, retíralos y guárdalos en un lugar seguro para evitar posibles daños durante el proceso de mudanza. Si no es factible moverlos, cúbrelos con lonas o plástico resistente para protegerlos de los elementos.

Control de plagas:

Nadie quiere dejar un jardín infestado de plagas, ¿verdad? Antes de entregar la propiedad, realiza una inspección minuciosa en busca de plagas como pulgones, caracoles o babosas. Utiliza métodos naturales de control de plagas o productos ecológicos para deshacerte de ellos de manera segura y efectiva.

Mantenimiento de sistemas de riego:

Si el jardín cuenta con un sistema de riego automático, es importante asegurarse de que esté funcionando correctamente. Realiza una revisión exhaustiva para detectar posibles fugas o averías. Repara cualquier problema que encuentres o, si no tienes los conocimientos necesarios, contrata a un profesional para que lo haga por ti.

Restauración del jardín:

Una vez que hayas realizado todas las tareas anteriores, dedica un tiempo extra para restaurar cualquier daño causado por mascotas o actividades anteriores en el jardín. Rellena cualquier agujero cavado por animales, reemplaza las plantas dañadas y asegúrate de dejar el jardín en el mejor estado posible.

Reparaciones y reemplazos menores:

Es responsabilidad del inquilino realizar reparaciones menores y reemplazos necesarios en el jardín. Si hay cercas rotas, luces exteriores dañadas o elementos de jardinería deteriorados, es recomendable arreglarlos o reemplazarlos antes de entregar la propiedad. Esto demuestra un buen cuidado y responsabilidad por parte del inquilino.

Mantén registros y recibos:

Guarda todos los registros y recibos de las reparaciones y mejoras que realices en el jardín. Esto incluye la compra de plantas, herramientas de jardinería, productos para el cuidado de las plantas y cualquier servicio contratado. Estos documentos respaldarán tus acciones y gastos en caso de que se presente alguna disputa.

Restaura cambios significativos:

Si has realizado cambios significativos en el jardín, como la instalación de estructuras o la creación de nuevos espacios de jardín, es recomendable restaurar el área a su estado original. Esto implica retirar las estructuras no permanentes, resembrar césped o plantas, y asegurarte de que el jardín se parezca lo más posible a como estaba al inicio del contrato de alquiler.

Inspección conjunta:

Solicita al propietario una inspección conjunta del jardín antes de entregar la propiedad. Asegúrate de estar presente durante esta inspección y toma notas de cualquier problema o inquietud que se mencione. Esto te permitirá abordar cualquier problema pendiente de manera oportuna y evitar sorpresas posteriores.

Recuerda que estas medidas son recomendaciones generales y pueden variar según el contrato de alquiler y las regulaciones locales. Siempre es aconsejable revisar el contrato de arrendamiento y consultar con el propietario para asegurarte de cumplir con los requisitos específicos establecidos.

Al seguir estas medidas de resguardo, estarás en una posición sólida para evitar reclamos injustificados y garantizar una transacción fluida al finalizar el contrato de alquiler. Recuerda que el objetivo principal es dejar el jardín en condiciones similares a como lo encontraste al inicio del contrato, demostrando responsabilidad y cuidado.

Mantén un diálogo abierto:

La comunicación abierta y honesta con el propietario durante todo el periodo de alquiler es esencial. Si surgen problemas en el jardín, como la presencia de plagas o problemas con el sistema de riego, notifícalos de inmediato y solicita su autorización para realizar las reparaciones necesarias. Mantener una relación positiva con el propietario puede facilitar la resolución de cualquier disputa que pueda surgir al finalizar el contrato.

Recuerda que cada contrato de alquiler puede ser diferente, por lo que es importante leer y comprender los términos y condiciones específicos relacionados con el mantenimiento del jardín. Siempre es recomendable consultar con el propietario o buscar asesoramiento legal si tienes dudas sobre tus responsabilidades.

En conclusión, al tomar medidas de resguardo como documentar el estado inicial del jardín, mantener una comunicación clara con el propietario, realizar reparaciones menores, guardar registros y recibos, restaurar cambios significativos, realizar una limpieza exhaustiva, solicitar una inspección conjunta y reportar daños existentes, estarás preparado para evitar reclamos injustificados y entregar el jardín en buenas condiciones al finalizar el contrato de alquiler. ¡Recuerda que dejar una buena impresión es una excelente forma de cerrar este capítulo y mantener una reputación positiva como inquilino responsable!

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