Parques infantiles para jardín: contribuye al desarrollo de tus hijos desde casa
Parques infantiles para jardín: contribuye al desarrollo de tus hijos desde casa
Numerosos estudios e investigaciones avalan la importancia de los parques infantiles para el desarrollo físico, emocional y social de los más pequeños. Jugar al aire libre, algo que hoy en día está cada vez más restringido, es de suma importancia para que niños y niñas puedan desarrollar de forma sana sus habilidades motoras y su coordinación y equilibrio físico.
Pero también supone un gran estímulo a nivel emocional y psicológico. Los parques infantiles ayudan a los más pequeños a explorar el mundo que les rodea al tiempo que descubren sus propias capacidades. Si además los comparten con otros menores, surge la oportunidad de cooperar, negociar y aprender a resolver conflictos.
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Las interacciones sociales que surgen en los parques infantiles son la clave para el desarrollo de habilidades sociales.
Al mismo tiempo, favorecen la empatía, la comunicación y toda una serie de emociones ligadas a la interacción con otras personas. Jugando y experimentando, no solo se sienten libres y autónomos, sino que refuerzan su autoestima y autoimagen. Todo eso y más suponen los parques infantiles para los pequeños de la casa. Sin el juego y la posibilida de jugar con todo su cuerpo, están limitando su desarrollo cognitivo y su salud.
¿Por qué tener un parque infantil en casa?
Teniendo un parque infantil en el jardín estarás ayudando a tus hijos a enfrentarse a nuevos retos y superar obstáculos. De esta manera ganarán en autoconfianza y adquirirán valiosas herramientas para la vida. Aprenderán a desarrollar la perseverancia, la paciencia y, sobre todo, la capacidad de adaptación a través del juego.
Los beneficios físicos y psíquicos de los parques infantiles son numerosísimos, más teniendo en cuenta que hoy en día, las ciudades tienen cada vez menos espacios al aire libre donde los infantes puedan jugar de forma segura.
Por eso, disponer de un parque infantil en casa es la mejor manera de dejar que jueguen libres y seguros. Por otro lado, los parques infantiles para jardín son fáciles de montar y están fabricados con elementos que pasan estrictos controles de seguridad. Por lo general, se componen de diferentes sistemas modulares compuestos por toboganes, columpio, torres, casetas y demás accesorios.
Hay diferentes tamaños según el modelo que se escoja. Los hay con puentes, cuerdas, escaleras o incluso rocódromos. Lo principal es elegir el parque infantil que mejor se adapte a la edad y preferencia de quienes van a jugar en él. Otro factor a tener en cuenta es el espacio del que se dispone. Es importante también elegir parques infantiles que permitan el autoensamblaje durante su montaje.
De la misma manera, hay que comprobar también que viene con todos los elementos necesarios, incluidos los anclajes para la fijación, los herrajes y todas las herramientas necesarias para ponerlo en pie de manera segura y adecuada. Esto garantizará un montaje correcto y evitará posibles accidentes o contratiempos a la hora de utilizarlo. Un parque infantil que sea complicado de montar no es recomendable.
La seguridad ante todo
Antes de comprar un parque infantil para el jardín, conviene asegurarse de que cumpla con las normas de seguridad vigentes. Para ello, es fundamental comprobar que en la tienda física o virtual donde se va a efectuar la compra se haga referencia a dichas normas. Si además cuentan con sellos de calidad, mejor. No solo se trata de que todos los componentes del parque estén fabricados con materiales seguros para los menores, sino también que su propia estructura y dimensiones no comporten ningún riesgo para ellos.
Si además constan de materiales nobles como la madera o tejidos naturales pero resistentes, tanto mejor. También la funcionalidad de los parques infantiles es también algo a valorar. Que un mismo parque ofrezca diferentes actividades le añade valor. Lo mismo ocurre con la flexibilidad, es decir, que se pueda combinar con otro tipo de parques si en algún momento se quiere agrandar la zona de juegos.
El montaje es otro de los aspectos que deben valorarse. Es mejor adquirir un parque infantil que esté diseñado y fabricado para ser instalado por el propio cliente. Para ello, debemos comprobar que con la compra también viene toda la tornillería, anclajes, fijaciones y accesorios necesarios, y a ser posible, las herramientas. Un montaje sencillo garantiza poder mover el parque infantil en caso de necesidad. Algo que suele ocurrir a menudo en los hogares familiares.
Es más, la posibilidad de autoensamblaje facilita las cosas a la hora de reparar o sustituir piezas que se dañen con el paso del tiempo. Y sobre todo, supone un importante ahorro económico al no depender de un profesional que tenga que desplazarse hasta la vivienda para llevar a cabo el montaje. En definitiva, los parques infantiles para jardín son una herramienta valiosísima para el desarrollo de los más pequeños al tiempo que supone increíbles momentos de diversión para toda la familia.